Cierre las llaves de los aparatos de gas y la llave general de entrada.
Ventile la sala abriendo puertas y ventanas.
No manipule aparatos eléctricos, interruptores, teléfonos, electrodomésticos, ...etc.
No fume ni encienda mecheros ni cerillas.
Una vez fuera de la sala, llame al teléfono de emergencias de la Compañía Distribuidora de gas.
Recuerde que el gas natural tiende a acumularse en la parte superior de la sala. Por el contrario, el gas propano tiende a acumularse en la parte inferior.
No tape las rejillas de ventilación.
Es necesario mantenerlas despejadas.
Deber haber siempre una buena ventilación en la sala dónde funcionen los aparatos de gas.
Solamente una empresa instaladora autorizada puede modificar una instalación de gas.
Según la normativa vigente, el usuario de la instalación está obligado al mantenimiento y buen uso de la misma y de los aparatos de gas.
Una llama estable y azulada demuestra una buena combustión. Si observa puntas amarillentas en la llama de los aparatos, puede que la combustión no sea la óptima. Llame al servicio técnico del aparato.
La compañía distribuidora debe realizar una inspección periódica de las instalaciones de gas y el usuario debe facilitar el acceso a las mismas.
Cierre las llaves de paso y la llave general en ausencias prolongadas.